Domingo desastre

Este fin de semana tenía pensado subir una nueva receta, pero el domingo fue una sucesión de desastres reposteros.

Me levanté por la mañana con ganas de preparar unos ricos churros caseros para ver si me salían mejor que la última vez (que habían quedado un poco insípidos) así que me puse a preparar la masa. Cuando los estaba friendo tenían una pinta deliciosa y parecía que por fin todo saldría bien pero nada más lejos de la realidad. Los churros decidieron ponerse en pie de guerra y empezaron a estallar como locos llenando la cocina de aceite y, a mitad de camino, mi mano también. En consecuencia acabé con una quemadura en la mano derecha que aún me dura hoy =(

Decidida a no quedarme con el mal sabor de boca por el desastre reposteril (sí, me he inventado la palabra ^^) y animada por la nueva entrada de Alma de Objetivo: Cupcake Perfecto, me propuse a preparar unos macarons siguiendo la receta de mi nuevo libro:

(Qué bonitos son ^^)

Reconozco que estaba un poco asustada con esta receta porque había leído muchos comentarios diciendo que era muy difícil de preparar, pero nunca pensé que pudiera quedarme tan mal como me quedó.

Todo iba bien con la preparación, la masa había quedado sin grumos y con un color chocolate precioso pero cuando empecé a hacer los círculos sobre el papel de horno, se empezó a desparramar porque me había quedado demasiado líquida.

Después de esperar una hora a que se formara la conocida "costra" los metí en el horno convencida de que les iba a salir su famoso piececito, pero no salió =(

Lo único que salió del horno fueron una especie de galletas de textura un poco chiclosa pero de sabor exquisito.

Toda decepcionada con el resultado me puse a buscar por internet y descubrí cuáles fueron los motivos del desastre: remover demasiado la mezcla y no esperar el tiempo suficiente a que se secaran.

Así que este fue mi domingo desastroso y espero traeros pronto nuevas noticias sobre mis avances en el mundo de los macarons ^^

Un besito, Antía.